El Palacio del Señor Gómez
A los socialistas madrileños les han pillado "con el carrito del helado" haciendo obras ilegales en la que será su nueva sede, un edificio histórico protegido, declarado bien de interés cultural, en plena Gran Vía madrileña.
Parece que el ansia del secretario general del PSM, Tomás Gómez, por marcharse cuanto antes de su actual sede en San Blas a un palacio histórico en el distrito Centro, le ha jugado una mala pasada y va a costarle caro... No solo por la previsible multa que tendrá que pagar al Consistorio madrileño por haber realizado obras sin licencia y por haber impedido la entrada a los inspectores urbanísticos (en el mejor de los casos en torno a 360.000 euros), sino porque además debería dar a los madrileños algunas explicaciones:
En primer lugar, debería clarificar por qué él, "martillo de corruptos e ilegalidades", incurre en los mismos vicios e irregularidades que dice combatir y está realizando una importante obra sin la preceptiva licencia.
En segundo lugar, debería contar por qué ha mentido al hablar de "preparativos, limpieza y movimiento de muebles", cuando lo que allí se estaba haciendo era una auténtica reforma.
En tercer lugar, tendría que aclarar si lo que buscaba era pagar menos impuestos, puesto que el PSM ha solicitado licencia para hacer obras por importe de 180.000 euros, cuando el precio real de la reforma podría superar el millón y medio de euros.
También debería pedir disculpas a los madrileños por haber cortado la Gran Vía para que una grúa introdujera materiales en su obra ilegal.
Pero sobre todo debería explicar a los madrileños lo de las cúpulas de pan de oro, las suntuosas lámparas de araña, las puertas blindadas, los parquets millonarios y los lujosísimos despachos en "la casa del pueblo socialista". Y es que la ciudadanía atónita se pregunta: ¿Cómo es posible semejante ostentación y derroche en estos tiempos de crisis?