Vicepresidenta de la Asamblea de Madrid

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miércoles, 29 de abril de 2009

Zapatero quiere ser Obama



Parece que el PSOE está aprovechando el inicio de la precampaña a las elecciones al Parlamento Europeo para poner en evidencia el vacío de su proyecto político. Ante la falta de propuestas sólidas, los socialistas recurren de nuevo al marketing que tan buenos resultados suelen darles, con un vídeo en el que se apropian al triunfo electoral de Obama en los EEUU.

La sistemática utilización de la propaganda como instrumento al servicio de la política convierte a Zapatero, en esta ocasión, en un farsante capaz de atribuirse los éxitos del triunfador Obama, en lugar de asumir con responsabilidad la difícil situación que atraviesa España, por la pésima gestión de su Gobierno.

El lema de la precampaña socialista, “El partido se juega en Europa”, en realidad debería ser sustituido por “A Zapatero le gustaría ser Obama”. Si dejamos al margen la frivolidad de la utilización del símil futbolístico cuando lo que si nos jugamos es la tragedia de mas de cuatro millones parados, una vez mas el PSOE trata de engañar a los españoles, presentándose como una opción de cambio.
Pero ni siquiera la propaganda socialista puede ocultar que este es un Gobierno fracasado, un proyecto agotado.

La España socialista nada tiene que aportar a Europa, excepto 6 nuevos parados cada minuto.

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domingo, 26 de abril de 2009

Prohibido estar en paro




Parece una trágica tomadura de pelo que en la histórica semana de los cuatro millones de parados, el presidente Zapatero diga que “la crisis económica está tocando fondo”. Al mismo tiempo, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, reconoce que los datos son malos y todavía peores de lo esperado pero pronostica que “en ningún caso se llegará a los cinco millones de desempleados”.

Si algo ha demostrado este Gobierno, además de su incompetencia para crear empleo, es una nula capacidad de diagnóstico. Hace tan sólo tres meses el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, insistía en que el número de desempleados no alcanzaría los cuatro millones. Hoy hemos superado con creces esa cifra, llegando a los 4.010.700 parados, una cantidad escalofriante nunca antes vista en España.

Ninguna de las predicciones económicas del Gobierno se han cumplido; para los socialistas “la crisis no existía” y, sin embargo, ahora nos encontramos en plena recesión económica. Zapatero se comprometió hace apenas un año a alcanzar el pleno empleo, con la creación de tres millones de nuevos puestos de trabajo antes del final de la legislatura. Desgraciadamente, hoy la situación es muy diferente y España ha pasado a liderar la destrucción de empleo en Europa, con una tasa de paro que duplica la media de la Unión Europea, que supone que en la España socialista 8.000 personas se quedan sin trabajo cada día. Ante la falta de soluciones, a este Gobierno solo se le ocurre censurar los datos y dejar de publicar la tasa de cobertura de paro.

Ahora nos piden a los ciudadanos que confiemos en el futuro. Pero, ¿cómo vamos a confiar en quienes nos engañan sistemáticamente?
El Gobierno ha negado y ha ocultado la dimensión de la crisis económica hasta lo imposible. A comienzos del pasado año, el presidente calificaba de “pura falacia" y "catastrofismo” la advertencia de una catástrofe de las dimensiones de la que hoy nos enfrentamos. Más tarde, asistimos a una verdadera lección de eufemismos que duró meses, en los que Zapatero sustituyó la realidad, puede que diccionario de sinónimos en mano, con expresiones como “crecimiento debilitado”, “brusca desaceleración”, “empeoramiento de la economía” o “serias dificultades”. Cuando en el último trimestre de 2008 en nuestro país se comenzaba a destruir empleo por primera vez en 15 años, el presidente culpó de la crisis a Estados Unidos y las hipotecas subprime. Y a esto siguió el incumplimiento tenaz de las promesas de recuperación de los puestos de trabajo, que otra vez se nos ha vuelto a retrasar para el próximo mes.

La inacción de Zapatero y sus ministros nos ha conducido a una situación tenebrosa de incompetencia y mentiras de un Gobierno sobrepasado por la crisis, que ha sumido en la peor de las situaciones a más de un millón de familias con todos sus miembros en paro. ¿Es a los cuatro millones de desempleados a quienes el Gobierno pide confianza o a quienes va dirigida la tan oída frase de que “el pesimismo no crea puestos de trabajo”?

Zapatero no es un recién llegado, por mucho que pretenda vender el nuevo gabinete como algo diferente. Lleva cinco años gobernando y, si no es capaz de gestionar el presente, ¿por qué íbamos a confiar en que sepa gestionar el futuro de los españoles?... un futuro económico que no olvidemos se encuentra en manos de la que fue ministra de Sanidad, cuya gestión se recuerda únicamente por intentar atajar el problema del tabaquismo prohibiendo fumar, por querer modificar los hábitos alimenticios de los españoles prohibiendo beber vino o comer hamburguesas. Quizás dentro de la mas genuina tradición socialista de “prohibir los problemas”, la próxima ocurrencia será prohibir el paro: hablar de ello será “antipatriota”, y así todos tan contentos…

O acaso tenemos motivos para creer que quien debería estar en el paro es este Gobierno incompetente.

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sábado, 18 de abril de 2009

Kramer contra Kramer



Tan sólo ha pasado una semana de la remodelación del nuevo Gobierno socialista y ya comienzan los líos de unos contra otros, en áreas claves del proyecto político de Zapatero como las políticas económica y antiterrorista.
La ciudadanía contempla atónita y preocupada toda una sucesión de graves desencuentros en un Gabinete que comienza a descomponerse apenas ha nacido.

¿Qué se puede decir de un Ejecutivo al que el gobernador del Banco de España responsabiliza de poner en grave riesgo el futuro del sistema de pensiones, y cuyo ministro de Trabajo arremete a su vez contra el responsable máximo del Banco de España, desautorizándole y acusándole de “jugar con la tranquilidad de los españoles”?

¿Qué se puede decir de un Gobierno donde el economista jefe del Banco de España critica duramente las políticas de gasto público de Elena Salgado, vicepresidenta económica del Gobierno remodelado, cuestionando las medidas adoptadas por el Ejecutivo para combatir la crisis económica?

¿Qué se puede decir de un Gobierno cuando el fiscal general del Estado se encuentra en una guerra abierta contra el Ministerio de Interior, por la falta de colaboración de la Policía Nacional en la lucha antiterrorista contra ETA?

¿Y qué se puede decir de un Gobierno cuando a su vez los sindicatos de Policía manifiestan un gran malestar por la grave crisis de confianza existente entre la Fiscalía y el Ministerio de Interior?

No bastan las desautorizaciones mutuas, Zapatero está obligado a intervenir para poner orden y acabar con el caos dentro de su Ejecutivo. Las agrias batallas dialécticas y los conflictos institucionales de los últimos días solo evidencian la fragilidad de un proyecto político que se descompone con la misma rapidez que un azucarillo se disuelve en agua.

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viernes, 10 de abril de 2009

Un Gobierno de "despedida y cierre"

Da la impresión de que la reciente remodelación del Gobierno, obedece al deseo de Zapatero de devolver el favor a aquellos que en su día le dieron la victoria como secretario general del PSOE frente a José Bono. Favores políticos, que se pagan nombrando ministros pretorianos, como José Blanco, Trinidad Jiménez o Manuel Chaves, que configuran lo que parece ser un gabinete de “despedida y cierre” con un marcado perfil político.

Zapatero ha tirado del núcleo duro del PSOE, nombrando ministros al presidente y al vicesecretario general de su partido. Por cierto, llama poderosamente la atención la vuelta al Gobierno de Manuel Chaves, después de 19 años al frente de la Junta de Andalucía. ¿Es que Zapatero no tiene banquillo, o acaso es éste el proyecto innovador con el que espera sacarnos de la crisis?

Lo que resulta evidente es que el presidente se equivocó hace un año, y ha tenido que rehacer un Gobierno ineficaz, sin capacidad de respuesta que, con poco más de doce meses de vida, ha muerto por anquilosamiento y paralizado ante la creciente recesión económica.

Zapatero ya ha dejado claro cual es su política económica, una política carente de ideas y soluciones, que solo genera paro y déficit público. Nada parece que vaya a cambiar el rumbo de la misma, por lo que el nombramiento de Elena Salgado como vicepresidenta económica parece estar más motivado por la confianza política, que por sus conocimientos específicos o su experiencia como gestora en esta materia.
Por otra parte, Zapatero mantiene ministerios que no justifican su existencia. Por ejemplo, ¿cuál es la razón de conservar un Ministerio como el de Vivienda, cuando las competencias en esta materia están transferidas a las comunidades autónomas? ¿Que sentido tiene mantener, una vez despojado de universidades, un Ministerio de Tecnología, cuyas competencias colisionan directamente con las del Ministerio de Industria?

Todo ello sólo supone un aumento injustificado del gasto público en altos cargos, asesores y funcionarios, con un elevado coste para el erario público, lo que en una situación de recesión económica y en un país con más de 3.600.000 parados, es realmente intolerable.


……..Aunque como dijo el cesado Solbes “lo peor está por llegar”.

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sábado, 4 de abril de 2009

El bolso de la ministra

Provoca cierta desolación contemplar la imagen de la capitana Carrión, oficial del Ejército del Aire y brillante opositora del Cuerpo de Intervención Militar, con una hoja de servicios impecable, portando el bolso y el abrigo de la ministra Chacón durante una visita a la base naval de Rota el pasado 23 de marzo.
Me pregunto si llevar el bolso de la señora ministra es la tarea mas apropiada para una oficial cualificada, con más de 15 años de servicio en el ejército, y la respuesta es obvia. Desde luego no creo que tan poco edificante imagen sea la que mejor representa la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas... aunque probablemente si representa la idea que algunas mujeres del PSOE, supuestamente progresistas, tienen sobre el trabajo de otras mujeres.
Me pregunto también qué hubiera ocurrido si Carme Chacón militara en diferente partido político y qué estarían ahora diciendo las Leire Pajín, Bibiana Aído, Trinidad Jiménez o tantas otras feministas de pacotilla.
No se entiende muy bien que la ministra de Defensa, que tanto cuida su imagen de mujer "progre" e igualitaria, haga tan flaco favor a las mujeres militares permitiendo que otra mujer, con una cualificación profesional superior a la suya, actúe como si fuera su sirvienta.
La imagen de la edecán ministerial nos retrotrae a tiempos pasados y, como anécdota, sólo recordar que el anterior ministro, José Antonio Alonso, renunció al "ayudante de campo", en este caso masculino, durante su última etapa al frente de Defensa.
La fotografía no tiene desperdicio y ha levantado muchas suspicacias en el ejército... y es que ¡una imagen vale más que mil palabras!